Niños superdotados
Muchos tenemos (o teníamos) en mente una imagen estereotipada de los superdotados intelectuales. Con aspectos de frikis, repelentes, redichos, “enteraos”, “sabelotodos”; casi seguro con gafas (de pasta), tímidos, sin amigos, insociables, inmersos 24 horas al día 7 días a la semana en su mundo de ciencia, literatura, informática,musica... que desprecian a sus iguales porque están “muy por debajo de ellos“ (recalco las comillas). Pues bien, si alguno o alguna de vosotros asocia una sola de esas características a un niño o niña de altas capacidades (superdotados y talentosos), que sepa que, no sólo se equivoca de lleno, si no que si acierta es porque le pase lo que al rucho en la fábula de El Burro y La Flauta .
Son niños normales y corrientes con la salvedad de que destacan por encima de unos determinados valores, en todos o algunos de los aspectos evaluables (Razonamiento lógico, razonamiento perceptual, gestión de la memoria…). ¿Los hacen especiales estas capacidades? SÍ, ¿los hace distintos? NO. Puede parecer que estas respuestas entran en contradicción, sin embargo tiene su explicación. Son niños y niñas especiales desde el punto de vista de que requieren un tratamiento educativo especial porque no se les puede someter a un sistema machacón, que no enseña a aprender si no a memorizar y que aplica “criterios de igualdad” (recalco las comillas de nuevo) a grupos completamente heterogéneos . Un niño o niña de altas capacidades rápidamente se siente desmotivado y esto les puede acarrear un fracaso académico más pronto que tarde . A esta peculiaridad, se le une el total desconocimiento por parte de los padres de qué hacer al respecto y la tendencia a esconder el hecho y no tratarlo con la naturalidad que debería. Pongámonos en un caso concreto:
SITUACIÓN 1: Nuestro hijo o hija destaca sobremanera en algún deporte y lo ficha un equipo importante. No tardaríamos ni medio minuto en hacerlo público, en alardear de ello y en convertirlo en un héroe (también esto da mucho para hablar esta actitud); iríamos por la calle sacando pecho con nuestro hijo de la mano, orgullosos de lo que tenemos.
SITUACIÓN 2: Nos llaman del colegio y nos comunican que nuestro hijo es superdotado…Se nos cae el mundo a los pies. “¿Qué hacemos?””¿Cómo actuamos?””¿Dónde vamos””?¿Lo apuntamos a cursos para sacarle punta a los cohetes?””No se lo vamos a decir a nadie no nos tachen de engreídos””sólo se lo diremos a los más cercanos no sean que lo vean como un bicho raro”…y muchas cuestiones absurdas que se plantean. Parece como si desde que te lo comunican, tu hjo ya no es el de hace 2 meses o 7 años y es una “cosa” que crees que tienes que alimentar intelectualmente hasta que vomite una media de 30 ó 40 inventos y libros por mes.
En nuestro, caso desde siempre hemos tenido la sensación de que nuestro hijo era un poco “distinto”. Le gustaba jugar a cosas distintas desde muy pequeño (palabras encadenadas, ver quién dice la palabra con más sílabas que comience con una letra, cuentasílabas, sumas y restas…), se entretenía con cosas distintas, hablaba de una forma distinta, aprendió a hablar muy pronto y a leer casi de forma autodidacta, a sumar, a restar…Con el paso del tiempo lo vas viendo normal y solo piensas que no lo es cuando está con otros niños de forma continuada y lo observas (en cole no vale porque no lo ves), pero en el fondo sabes que te engañas; Todo esta “mentirijilla” que te montas termina cuando te lo confirman de forma oficial. En ese momento sientes una mezcla de sensaciones entre alivio, alegría, orgullo, preocupación, precaución, incredulidad, reafirmación…y acto seguido te surge la gran pregunta “¿Y AHORA QUÉ?
En nuestro caso, lo primero que hicimos fue volver a retomar el contacto con una asociación (ASACAL) con la que que años atrás habíamos intercambiado algunos correos y llamadas de teléfono (cuando Mario tenía 4 años) para realizar algunas consultas. Tras la primera reunión que tuvimos con ellos nos quedamos tranquilos, nuestro hijo (y nosotros) era NORMAL , vamos, que no era un bicho raro. Luego conocimos a otros niños y niñas superdotados y talentosos y a los padres y madres de estos y nos dimos cuenta de lo evidente, que POR ENCIMA DE TODO SON NIÑOS Y NIÑAS y como tal hay que tratarlos.
No es mi intención dar lecciones ni enseñar nada en absoluto con este post, ya que yo soy el primero al que me queda un larguísimo camino por recorrer, sólo quiero aportar mi granito de arena para intentar eliminar ideas preconcebidas acerca de estas personas. No lo saben todo, y ni siquiera tienen por qué saber más que otro, simplemente les cuesta menos trabajo llegar a determinada conclusiones porque su capacidad es mayor (igual que hay niños que con 4 años ya manejan un balón perfectamente). Nos queda mucho camino por recorrer en este aspecto, apenas hemos comenzado y cada comunidad va por su lado, lo que me parece lamentable; pero claro, viendo la importancia que este gobierno y los anteriores que hemos tenido le dan a la educación, la ciencia, la investigación, el arte, la cultura y en definitiva cualquier aspecto que lleve asociado un enriquecimiento de la población (y no hablo del euro) queda siempre relegado a un segundo plano.
Salu2!
Sencillamente PERFECTA la forma de describir la situación
ResponderEliminargenial el artículo! es todo cierto, todo lo que comentas! ojala y pronto legalmente se ponga solución al abandono de estos niños!
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo, felicidades por el post.
ResponderEliminarGracias a tod@s por los comentarios (Anónimo, Nefer, Ferdu). Como dice Nefer, hay que acabar con el abandono que sufren estos niños.
ResponderEliminarCreo que en tu comentario te has saltado una parte muy importante, que define el caracter de estos niños y que a veces si que les hace parecer "bichos raros", se trata de su inteligencia emocional. De tu articulo solo estraigo un analisis a nivel academico en el que expones, la necesidad de noestandarizarlos, en eso estoy de acuerdo. Aunque cuando hablas de "la necesidad de alimentarlo intelectualmente" no comparto tu opinion, por lo menos en mi caso mi hijo me demanda ese alimento intelectual , ya que como bien dices no suple esta necesidad en el colegio. Mi hijo es como es,no es normal academicamente y no es normal porque sufre una disincronia (creo q se llama asi), y esto no es un estereotipo que yo haya adquirido por un diagnóstico al contrario, es una realidad que me llevo al diagnóstico, y de esto hace ya casi 7 años.
ResponderEliminarUn saludo .
Hola G.C., primeramente, gracias por comentar. No pretendía hacer un análisis académico (carezco de los conocimientos para hacerlo, ya que no soy formador, no soy psicologo, ni educador...). Es únicamente el relato de una experiencia sufrida en primera persona. Mi hijo también me demanda ese "alimento", y como el mío y el tuyo, cualquiera. Respecto a lo de bichos raros, no lo son. Otra cosa es qué imagen se tenga de un niño o niña que destaca a nivel académico. Raros, inadaptados, insociables, y largo etcétera de estereotipos repetidos hasta la saciedad y admitidos sin ningún problema por la sociedad.
ResponderEliminarMe he saltado la parte de inteligencia emocional al igual que me he saltado la disincronía,su infinita energía, su curiosidad sin fin muchas más características que lo definen. Creo que hablamos de los mismo y en los mismos térmicos, pero quizá mi forma de expresarlo no haya sido la más correcta.
Un saludo